Días de tele

Recuerdo que a los pocos meses de colaborar en un canal de tv local de Barcelona después de haber pasado por Europa FM, ya comenté con mis colegas que estaría bien hacer un programa “late late para latinos”. Porque, no es por nada, eso se nos daba bastante bien en la radio. Sabíamos detectar el talento e intentamos apoyarlo al máximo, sin concesiones ni paternalismos. Nos pusimos en marcha y ahí se nos puso la pista de despegue. Así las cosas, en un país donde no había medios de comunicación para panchitos como nos solían llamar en él 2004, logramos abrir las puertas a nuevos aires. No pude estar más contento. Creo que pudimos asistir a su consolidación de nuevos formatos, ahora con tantas y diversas plataformas y medios en España para tantos colectivos asistiré con orgullo a ese gran momento que se avecina que es la pluralidad mediática. Toca disfrutar de los buenos y luego ver como se consagran , la formula , seriedad/risa y un casi nulo sentido del ridículo.

A mis “treinta y diez”

Hay quien dice que a mis “treinta y diez” estaría fuera del mercado, un poco más viejo y lleno de conflictos personales o profesionales y ¡sí, qué carajo!, pero le sumo aparte que ya no tengo mi afamado pelo de aquellos 18, el desenteje es notable, una nada despreciable suma de años, tengo los ceros que deseaba en mi cuenta bancaria, solo que al lado izquierdo, un hijo que le queda poco para superar mi altura, pese a mi 1,78 y una familia que es la ¡mismísima ostia!. Tengo los amigos que quiero y que me merezco, tampoco anda muy fino el mercado, he decidido compartir la vida con una mujer que le llamo novia por estos días y que me da mucha paz y vivo en una ciudad fantástica, pues amo con locura a Medellín, quien comparte desde hace ya 20 veranos su amor condenado con Barcelona. Sigo siendo el mismo, tan catalán como paisa, tan lleno de sueños como de retos, cada día más de centro y más alejado de las polarizaciones políticas. Amando la radio como ningún otro estilo de vida y haciendo contenidos que me apasionan y que no cumplen manuales de imagen de ninguna multinacional, soy independiente, logré tener mi empresa, que se dice fácil, pero es un absoluto abismo a la aventura financiera, soy el mismo bohemio que canta todo, con dos wiskis y sigo sin entender mi vida sin un buen vino y un exquisito café… y pese a todo y sin afán de mendigar un ingrato futuro, puedo decirles que en ocasiones he alcanzado la plenitud. Y todo esto porque a mis treinta y diez solo me apetece decirles… ¡Gracias infinitas por sus mensajes, deseos y momentos! A todos sinceramente ¡Gracias por tanto!

Cuando ellos se van, todos nos vamos un poco.

Cuando ellos se van, todos nos vamos un poco. Morirse está muy mal, no me digan que no. No es bonita ni la palabra. Duele pronunciarla. Cuando pierdes alguien, más detestas hacerte a la idea de que tendrás que largarte algún día. Y a lo mejor, de manera inesperada. Yo siempre sonrío: "Claro", Pero hoy no tengo ganas. Mi padre solía decir “De algo nos tenemos que morir”, Hala y se va y me deja. Mi viejo aparte de ser un tipo feliz, se fue feliz, tenía un don para hacer amigos, que me sorprendía, incluso en su pésimo holandés, hacia amigos en Ámsterdam con lo difícil que era establecer diálogos por esas latitudes. Mi papa, sin saberlo me aficiono a la radio, pues siempre porto una colección que ahora es mía de más de 1000 acetatos de la mejor música del mundo, y escuchaba todo el tiempo radio, yo muy chico en mi duda de cómo funcionaba la radio le pedí que me llevara a ver como se hacía y él me llevo lo recuerdo bien, a la avenida san juan, en todelar Medellin, para ver las “las aventuras de Montecristo” una radio novela humorística que se hacía en vivo por esas épocas. El viejo Me quiso enseñar el mundo y me llevo a Barcelona, desconociendo que me estaba dando las bases de lo que quería hacer de mi vida, recorrí junto a él, sitios fantásticos, Madrid, Sevilla, Catalunya, Ámsterdam, para abofetearme en mi vida, que un hombre humilde como el, de un diminuto pueblo de Antioquia como lo es san Jose de la montaña, el mundo se le hace pequeño. Que crack, el solía escucharme en la radio y jamás tenía una exaltación, por el contrario su temerosa y objetiva critica, algunas vez, saliendo de mi programa de la mañana me dijo, “podrías hacerlo mejor, pero es lo que hay” coño!! , gracias viejo, eso me dio fuerza. la fuerza de vivir, algo inexplicable, apasionante e indescriptible, esa que ahora me arrastra por toda mi biografía. La fuerza de vivir lo llena todo de sentimientos, de deseos, de frustraciones, de pasiones... de vida. (Esa palabra sí que es bonita: VIDA). Mi papa ese tipo que todos amaban se fue y en sus últimos días me dijo, que todo lo que hagas te haga feliz, porque eres un incansable, Gracias don Pompi, me dejo el más grande de los legados, sabiduría y una misión, siempre me dijo, “hijo no te quiero ver jamás en un casino o en una prendería, lo más importante en la vida es dormir tranquilo y no deberle a nadie. Yo no quiero vivir pensando que voy a morir. Ni quiero, ni sé cómo se hace, que todavía es peor. Este sentimiento maldito e injusto. Me da Patadas en el hígado. Cuando ellos se van, todos nos vamos un poco. "Qué injusta, qué maldita, qué cabrona la muerte, que no nos mata a nosotros sino a los que amamos". http://davidzapatacardona.blogspot.com.co/

Anda de cumple mi viejo, anda de cumple.

Anda de cumple mi viejo, el Pompi, y desde allí donde se encuentre y con quien se encuentre no quiero dejar de celebrar su día, quizás muy a su a su estilo con un aguardiete y un tango de los suyos como “alma de mujer” del caballero gaucho. Todos amamos a los nuestros, pero para mi viejo era diferente, y sabía que era diferente, irrepetible, especial... La manera en que miraba, preguntaba, sonreía... Su descaro, su ironía, esa sensibilidad que no trataba de ocultar. Al contrario, siempre veía las cosas desde otro ángulo, con esa poética de campo ancestral y de pueblo pero de hombre que se comió el mundo. Era un hombre al que le gustaba vivir y hacer soñar. Tenía más amigos de los que cualquiera quisiese y en su pasaporte tenia tantos sellos como historietas de vida de donde fue. Jamás oculto su procedencia de provincia de pueblo perdido del olvido de Colombia, pero con facilidad fue un amante de su Holanda profunda y su Catalunya progre. Tomaba tanto vino como cualquier español promedio y recuerdo que su vino de Alella en el Masnou Barcelonés era su favorito. Se marchó de Colombia en la década de los 90tas, quizás con rabia quizás, pero nunca olvido su origen, amaba a Galan, odiaba los godos y tomaba aguardiente. Tengo muchos recuerdos sin duda pero quizás lo que más tengo en mi retina era su fascinación cuando escuchaba mi programa de radio o asistía a alguno de mis eventos, como tampoco olvido el viejo radio que me regalo en Ámsterdam en un mercadillo y fue como un espaldarazo a mi profesión. Hoy que no estas o que por el contrario nos invades con tus recuerdos. Es momento para celebrar que no te has ido. A ti mi viejo, Salud.

Se te extraña gordiflón.!!

Nada el mundo sigue y ya un año sin mi padre, se dice fácil, pero es un zarpazo de mezquindad. No hace falta recordar (o sí) lo necesarias que son personas como mi viejo, en nuestro mundo actual. Gente luminosa y de colores que rompe la grisácea realidad, la seriedad, la impostura, el orden establecido. Es tan necesaria su aportación como grande el hueco que deja al irse. ¡Joder! Otra vez "¡joder!". "Hay gente que nunca debería marcharse. Mi padre era uno de ellos". Tenía casi como Roberto carlos un millón de amigos, nació en un pueblo donde aún ven la primera temporada de Alf, y casi casi recorrió el mundo, de ahí mi pasión por viajar, era amante del arte, don quijote y de caminar por las ramblas como gringo por Barcelona, tenía colección muy retro de radios, cámaras polaroid y discos de Julio iglesias, se sentía catalán pero también Español, “la ostia “fue su frase favorita para todo, nunca uso un arma, fue antibélico y políticamente incorrecto, voto siempre por mis sugerencias electorales, tanto que fuimos los únicos dos que votamos en casa por el “sí a la paz” pero ambos tenemos las mismas distancias con Santos. Dueño de sus whiskys y Antioqueños y quien no, y un coleccionador de recuerdos de Holanda, España Alemania y Francia, donde paso y trabajo 20 años al margen de todas las corrientes, un placer de compañero de vida. Coñaso de madrugador y amante perdido de la radio, culpable también de mi pasión a ella, Escuchaba a menudo mis programas de radio, pero fue el más acérrimo de mis críticos. Un niño con bigote. Siempre iba por una carretera secundaria del humor, lejos de lo previsible, nuestras últimas noches. Fueron memorables. Me quedé con las ganas de unir todas las charlas y tener como resultado una larga conversación de besugos radiales. Quizás sea el momento de hacerlo, porque todo homenaje, todo recuerdo, será poco. Se te extraña gordiflón.

Feliz día de los Antioqueños, feliz 11 de agosto…

Si vives en Antioquia, has pasado por ella y tienes dos dedos de frente, no puedes hacer otra cosa que respetar y reconocer que hay una fuerza no sé qué, ni como se llama que se siente en el latir y vivir de sus ciudadanos, por historia hemos vivido en la adversidad, seguramente con todas las desdichas que tiene la colonización, corrupción, violencia, carestía, pero sin duda hay una palabra que nos describe "Pujanza". Los paisas como orgullosamente nos llaman a los de estas latitudes somos una fuerza gigantesca de la sociedad que más que un sentimiento es una forma de vivir. Un paisa es Un hombre sensato, listo, enamorado de sus montañas, frío y muy fino. Que no perdimos el miedo al emprendimiento, al viajar y a no permitir que nadie nunca jamás nos pisotee, en Antioquia se sirve el mejor café, se escucha un buen tango se come la mejor bandeja y nos damos el gusto de ver cientos de gringos en el metro con sus coloridas bermudas disfrutando de un clima excepcional. Somos necios si, algunos separatistas, pero sobre todo aprendimos amar la inmensidad. Algún día me dijo mi padre, "Hay que salir mucho mijo por el mundo para volver con más fuerzas a vivir y amar lo que Dios nos dio" y aquí ando.

Feliz día de los Antioqueños, feliz 11 de agosto…

En Antioquia Las voluntades, históricamente, siempre han vencido a las posibilidades.

Se equivocan aquellos que atribuyen a una minoría, el derecho de #Antioquia a decidir sobre su soberanía, se equivocan aquellos centralistas que creen que puedes despedazar nuestro territorio para calmar las aguas de un estado fallido que le incumple a sus poblaciones. A lo mejor es el momento de replantearnos que cada territorio decida sobre sus economías, sobre sus dineros, sobre sus intereses, a lo mejor Antioquia se cansó de que nos roben, claro que somos colombianos, pero no pendejos. Poco sensato aquel que quiso robar un pedazo de nuestro territorio desconociendo quienes somos, y lo que significa un paisa ardido. Nosotros si tenemos dolor de tierra, cantamos a todo pulmón nuestro himno antioqueno, y amamos estas vendidas montañas como el pedazo de tierra más mágico e inigualable de América latina. Nos levantamos en medio de la adversidad, somos dueños de nuestro pasado. Sabemos de historia, celebramos el 11 de agosto como nuestra independencia y vivimos con pasión todo lo que hacemos, quizás Ahí está la clave. La delicada clave!!. Todo ha cambiado. Algunos dicen que es una rabieta que son tonterías de los paisas y que ya se creemos catalanes, otros que tenemos una disputa con Bogotá. No señores, el sentimiento de La independencia vuelve a aflorar en Antioquia, ha entrado como un vendaval en las agendas e idearios. Quizás no para irnos de Colombia, tan solo para decidir sobre nuestros intereses, como lo hacen en Europa como lo viven en USA. No conozco #Beléndebajira, lo admito, pero es nuestro territorio y no están en venta, somos el motor industrial de este país. Y vamos a todo, absolutamente todo por él. En Antioquia Las voluntades, históricamente, siempre han vencido a las posibilidades.